El Hobbit

En un pequeño pero muy lujurioso agujero debe yacer ahora Tolkien, tal como en su tiempo lo hizo Bilbo, de El Hobbit, lo que no hace menos perturbadora la analogía. En fin, cuando se habla de Tolkien se habla con grandes palabras y de una raza de una pequeña talla, algo temerosa pero con mucho coraje, capaz de afrontar dificultades que tal vez ningún hombre grande actual sea capaz de igualar.



¿De qué libro hablamos? Realmente, no tiene chiste que haga esta pregunta. Está más que claro... No, no es El Señor de los Anillos, maldita sea. Es lo que sería, oficialmente, su precuela. Y, como ya dije, chimpances descerebrados, El Hobbit. Ésta es una historia que le hace gran honor a su título, ya que de quien hablamos es de un hobbit. ¿Qué es un hobbit, me dices? Ya lo leerás en el libro, campeón, pero te puedo decir que es una especie de humano aproximadamente de la mitad de nuestro tamaño, tal vez un poco más bajo, a los cuales les gusta vivir muy cómodamente. Y nuestro protagonista, Bilbo, capaz uno de los más cómodos y cordiales que puede haber, lo que no significa un mal aventurero incapaz de actuar a la medida de la situación. Aunque hablar de eso es ya hablar de su evolución a lo largo de una historia que se cocina lenta y suculentamente. Sin llamar a las prisas, con los tiempos correctos, metiéndote poco a poco en este mundo del que, si no has leído a Tolkien, poco conoces. Un universo interno con MUCHO que explotar, como se puede ver en su secuela.



El Hobbit tiene personajes y situaciones adversas que te muestran lo mejor del personaje principal siempre. Y, ¿cómo no?, si la historia es básicamente en honor a los de esa raza, y él le hace el honor merecido. Lamentablemente, para algunos, aunque sea una gran compañía la de su travesía, es considerablemente poco lo que llegamos a conocer de ellos. No son personajes “de palo”, pero tal vez a alguna que otra persona les llegaría a gustar más desarrollo sobre ellos. Dicho esto, no quiero decir que haya sido particularmente malo, ya que si bien variadas las personalidades de sus compañeros Enanos están bien definidas a lo largo de la historia. Los otros personajes que aparecen, le dan más fuerza al trasfondo de todo y el hecho de que todo tenga un aire, en cierta forma, de “banalidad”, de “una travesía sin sentido”, hace que el desenlace final de la historia sea mucho más placentero. Todo esto con la narración algo lacónica y precisa de Tolkien, que te va llevando guiado por su mano, por paisajes y cuevas, hermosos y tenebrosos a la vez.

En fin, de Tolkien y su universo se puede hablar demasiado. Yendo más al grano te puedo decir: ¿Leíste El Señor de los Anillos? Esto es infaltable, no puedes dejarlo de lado. TIENES, REPITO, TIENES QUE LEERLO. 
¿No lo has leído y buscas algo bueno para leer? Lo mismo. TIENES, REPITO, TIENES QUE LEERLO. La narración es ligera, la historia buena, los personajes encantadores. No puedes pedir más, si ya con solo decirte que la escribió Tolkien deberías correr a por ella.

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