El General en su Laberinto

Un hombre sentado en una hamaca, con espuelas en el tacón de sus botas, meditando quién sabe qué. Esa fue la portada que miré en mi búsqueda de libros para leer en mi casa. Luego leí el nombre “El General en su Laberinto”… Sé que suena estúpido y que está mal juzgar a un libro por su portada, pero parecía un buen libro y no me equivoqué. Luego pasé a revisar el autor del libro, pues es una especie de ritual para mí saber algo del escritor a quién leo y, parar ser sincero, no tuve necesidad de buscar, no era otro que Gabriel García Márquez, escritor al que me había renegado a leer por simple capricho y porque leí parte de su libro Crónica de una Muerte Anunciada, hace dos años aproximadamente, no me gustó; tal vez sea hora de que me enfrente a él de nuevo.

(Sí, no había nadie en la portada, por alguna razón creí que había alguien cuando la vi. Fui trolleado)
Hay varias cosas que deberían saber de este libro, si es que están interesados. Una de esas cosas es que es una novela histórica, una novela que relata los últimos meses de vida de El Libertador (Simón Bolívar), y que, por esto, si conoces su historia, quizá puedas predecir el final, el cual es obvio una vez Gabriel te mete en el mundo de lleno, más propiamente dicho, en la época. Sin embargo, ante los posibles fastidios que te pueda causar esto, por una u otra razón, siendo un hecho que el nombrecito “histórico” puede causar ceguera para algunos, no te encontrarás con un libro de historia, tampoco aprenderás lecciones de historia que nunca quisiste aprender. Una de las razones es que el mismo escritor, al menos en la edición que yo tenía, al final del libro aclara que pese a que tuvo que informarse MUY bien para poder escribir la novela, los últimos momentos de El Libertador son los que tienen menos registros, por lo que, no se preocupen, podrán leerlo tan justamente como se lo merece.
Yo, personalmente, al leer el libro, me tardé un poco en darme cuenta de que era una novela histórica… Las pistas se fueron poniendo ante mí y luego pude asimilar de quién se trataba, algo que me permitió conocerlo mejor, pero si lo odias e incluso si no te interesa, lo puedes pasar por alto. De hecho, me gustaría recomendarles que hagan de cuenta de que el personaje es ficticio, será más bonito así y si no conoces a Simón Bolívar, preocúpate por conocerlo después, really. Está demás decir que a lo largo de la novela Gabriel nunca lo llama por su nombre, además de una vez. En casi todo el texto es llamado o “el general” o “el libertador”.
Sobre aspectos más bonitos, tales como la narración, solo tengo que decirles que es espléndida. En serio, es sublime, pocos libros me han echado semejante encanto. Solo hay una cosa que decir: ¡Qué grande es Gabriel! Lo subestimé, lo admito, pero ya quisiera ser yo la mitad de escritor de lo que es él algún día, ya quisiera.
El libro tiene unos capítulos realmente largos, de 25-35 páginas cada uno, sumando un total de ocho capítulos, creo (en mi edición no salía el número de capítulos).
La obra en general, es, como dije, estupenda. Primero atisbándonos un poco a un General retirado, al que la vida le ha dado un duro golpe con cada año que pasa. Se le podría llamar fácilmente un viejo decrépito, pero su orgullo le hace seguir adelante, junto a su edecán más fiel pero sin perder la dignidad. Muestra también una época muy diferente a esta, como es comprensible. Te enseña lo poco que valía la gloria o lo que habías hecho en esa época (y aun ahora es así), pocos son los que lo reconocen, algo que al protagonista le golpea el alma pero no le es un óbice en su camino, en el camino de este pobre General que solo quiere salir del país. Una novela bastante triste, que hizo que me enterneciera, en algunas ocasiones, por aquel personaje.

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